Nuestra agenda cultural de espectáculos tiene el primer latido de una gran promesa: Music Wins Festival 2025 anuncia el regreso de Primal Scream a Buenos Aires como su primer confirmado. Será el domingo 2 de noviembre y no será una fecha más. Será una cita con la historia, con el presente y con todo lo que vibra cuando una banda se niega a ser monumento y sigue siendo movimiento.
Primal Scream no es solo una banda. Es una ideología que se baila, se grita, se canta y, sobre todo, se resiste. Desde que en 1991 liberaron Screamadelica, álbum bisagra que convirtió a la psicodelia en política de pista, su discografía ha sido un mapa emocional y cultural del Reino Unido más inconforme. Hoy, más de cuatro décadas después, Bobby Gillespie se planta en el escenario como quien levanta una barricada sonora.
La vuelta a Buenos Aires coincide con una nueva era: Come Ahead, su flamante álbum, editado a fines de 2024, será presentado en vivo con canciones como Love Insurrection, Deep Dark Waters y Ready To Go Home. Títulos que no solo parecen proclamas, sino que lo son. Porque cada letra de Primal Scream es un espejo social, una ráfaga de crítica envuelta en guitarras afiladas y bases electrónicas que invitan a moverse, pero no sin pensar.
La banda agotó entradas en su reciente gira por Reino Unido e Irlanda. Lo que traen a Buenos Aires no es un show reciclado. Es una puesta escénica nueva, intensa, con un setlist que no elige entre el pasado y el futuro: lo mezcla todo con furia y precisión. Así, clásicos y estrenos conviven sin nostalgia, como si el tiempo fuera una ilusión y la urgencia de vivir —de cambiar, de gritar, de celebrar lo marginal— siguiera siendo el verdadero motor.
Este primer anuncio del Music Wins Festival 2025 no deja dudas: lo que se viene es serio. Y necesario. En una Argentina que atraviesa profundos cambios sociales y económicos, recibir a una banda como Primal Scream no es un acto menor. Es un recordatorio de que la música sigue siendo trinchera, refugio y arma simbólica.
Con la confirmación de Primal Scream, Music Wins comienza a delinear su próxima edición con una claridad brutal: esto no es solo un festival, es una declaración de principios.